8.7 C
Río Grande
18 de abril de 2024

Balance 2018: «El año que viene se va a terminar lo que empezamos en 2016»

En el marco del cierre laboral del 2018, Tiempo Fueguino dialogó con Guillermo Worman, actual presidente de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) para conocer desde su perspectiva el balance que hace de este año de gestión al frente del área.

Tiempo Fueguino: ¿Cómo evalúas hoy el 2018 en términos de trabajo?

Guillermo Worman: Me parecen dos cuestiones centrales, una cuestión instrumental: se rompió definitivamente la inercia que había en cuanto a agua y saneamiento y la provincia. Hay obras en marcha en San Sebastián, se está haciendo el agua y la cloaca nuevos en los pasos fronterizos. Empezamos la obra, por primera vez en la historia, de agua y cloaca en Almanza. Iniciamos la planta de tratamiento sanitario en Margen Sur. El viernes (por el 21 de diciembre) prendimos la segunda planta cloacal en Tolhuin, cuando asumimos no había ninguna, ya tenemos dos. Y en Ushuaia se consolidó el saneamiento de Bahía Encerrada que era imposible con un clima templado estar cerca, y ya está prácticamente saneado. Hay dos obras muy grandes que son la planta que va del ingreso al aeropuerto y la planta Arroyo Grande que están muy encaminadas. Me parece que en términos funcionales pasamos de un atraso por falta de inversión muy importante que tenía la provincia a un plan que por lo menos nos va a dejar tranquilos por los próximos 10 años. Si bien no está todo terminado, está todo encaminado. Hay obras que están terminadas: la planta de Andorra produce un 40% más de agua. En el 2016 se hablaba de las obras, hoy las obras todas están, y las estamos terminando.

TF: ¿Y en segundo lugar?

GW: Yo vengo del mundo de las ideas políticas, no vengo de la ingeniería sanitaria, entonces me interesa lo que se llama el método de gobierno o el sentido político de las acciones. Y lo que se empezó a debatir en Tierra del Fuego, que no se debatía, era la política de agua y saneamiento. No había debate. Ahora hay un debate muy intenso, sobre todo lo que tiene que ver con la política sanitaria. No había discusión, la gente se quedaba sin agua. En invierno, en el año 2011 un barrio llegó a tener 21 días sin agua, y hace 3 años en Ushuaia que no se corta el agua, en Río Grande este año dejó de cortarse a la noche. Pero no había debate público, se debatían otros temas en la agenda política de la provincia. Por eso me parece que hay dos planos: uno muy nítido de obra con una inversión muy importante que está dando resultado. Por ejemplo, las 64 hectáreas de Andorra que no tenían agua pasaron a tener. Yo llamo un cambio de modelo la transformación del agua por camión al agua de red. En Tolhuin terminamos una obra y estamos en condiciones de conectar al agua de red a 1.200 familias.

TF: Lo de Tolhuin es de lo más destacado, me parece, en líneas generales.

GW: Eso fue paradójico. Una planta que había construido Jorge Garramuño cuando era ministro de Obras Públicas, la construyeron y la abandonaron. Bueno, la volvimos a prender, ayer prendimos la segunda planta que está en el barrio Los Naranjos. Pasamos de cero tratamiento a prácticamente el 75% de la ciudad con tratamiento cloacal.  Lo de Tolhuin es importante por la escala que tiene, es chica y rápidamente podés solucionar el problema, pero es una situación de abandono. Cuando asumo en la DPOSS, cuando voy a Tolhuin por primera vez, y pregunté qué hacía la provincia con las cloacas era ‘nada’. Y la verdad que era increíble pensar que en el año 2016 las cloacas circulaban a cielo abierto por la calle. Es impensable en un escenario así.

TF: El tema de que estos temas entren en discusión ¿tiene que ver con que se hayan puesto en movimiento el trabajo en la DPOSS o porque además hubo otros intereses que llevaron el tema a la agenda? Caso Río Grande, por ejemplo.

GW: El tema Río Grande es más paradójico todavía, porque cuando la asociación de usuarios y consumidores en 2008 arman un juicio, con el patrocinio de Sánchez Otharán, condenan al municipio y al gobierno. Hace una década, prácticamente ahora en febrero, condenan al Estado a sanear la ciudad de Río Grande, porque en la causa judicial se acreditó la contaminación por cloacas. Se presenta un plan hidro ambiental, que es un plan de buenas intenciones porque no tenía presupuesto, y de ahí no pasó más nada. Lo que hacemos nosotros desde nuestra gestión es decir que no puede ser que hace diez años la justicia ordene al estado. Ni Bertone (Rosana, gobernadora de la provincia), ni Melella (Gustavo, intendente de Río Grande) ni Vuoto (Walter, intendente e Ushuaia) estaban en el poder hace 10 años. Hace 10 años dan una orden, la Justicia de que no haya contaminación, quedó en la nada, y ahora revivimos una discusión. Por eso me parece que es un año que, más allá de hablar de obras, es un año del mundo de las ideas en cuanto a estos servicios públicos como derecho. Vos podés hablar del agua como una cuestión instrumental o decir que es un derecho fundamental. La concepción, o por lo menos de donde yo concibo la DPOSS, el agua es la primera barrera de salud pública. El que vos tengas agua en tu casa permite que te puedas lavar las manos, cocinar, lavar los alimentos. Son mecanismos de prevención. Que tengas cloacas es que te enfermes menos y que no contamines. Yo concibo que el agua y el saneamiento que son las cloacas tiene que ver con dos grandes derechos. Tiene que ver con que no vengo de la ingeniería sanitaria, no sé qué razonará un ingeniero, pero yo vengo del mundo de las ideas políticas, para mi tiene sentido estar en la DPOSS en la medida que el agua y el saneamiento sean dos herramientas de transformación de la vida de la gente.

TF: Y en forma personal ¿cómo viste este cambio? Teniendo en cuenta esta referencia ¿cómo evolucionó Guillermo Worman hasta ahora?

GW: Si bien yo soy empleado de planta del Municipio desde el año 93 es mi primer cargo como funcionario. Me dio otra perspectiva pasar de ser un profesional del Estado, un tipo que venía de ser la cabeza de una ONG como Participación Ciudadana a pasar a ser un funcionario público. Es otro mundo, es todavía un gran aprendizaje porque son dos mundos diferentes. Es un mundo más concreto, más de urgencias. Cuando sos funcionario tenes urgencias todo el día, y ni te cuento si sos funcionario de un área como la nuestra. La DPOSS funciona como una guardia: todo el tiempo pasan cosas, todos los días a toda hora. En principio creo que voy a estar 4 años, después no sé que va a pasar, pero ha sido sobre todo un gran aprendizaje. Porque además yo creo no ejerzo el rol de la manera, no sé si llamarlo, tradicional. Te doy un ejemplo: la DPOSS no tenía página web cuando nosotros asumimos. Y hoy entrás en la página web de la DPOSS y tenes acceso a todas las obras con el presupuesto, qué empresa y quién es el inspector de la obra. Entonces también me dio la oportunidad de tomar cosas que yo traía y aplicarlo. Todo lo que es nuevas tecnologías, acceso a la información. Pasamos a tener una audiencia pública que pasó medio inadvertida donde debatimos con vecinos del barrio Terrazas un modelo de inversión similar a contribución por mejora. O sea, deliberamos con los vecinos qué tipo de obra hacer, cómo pagarla. Es un mix: tengo mis obligaciones como funcionario, pero también no quiero, no digo dejar de ser ‘quién era’, pero no quiero dejar de lado cosas que me parecían muy valiosas.

TF: En medio de este trabajo y las discusiones que ha habido ¿cómo entras vos en la cuestión del Corredor del Beagle? Una obra cuestionada en distintos aspectos.

GW: Sí, pero se cuestionó básicamente la evaluación de impacto ambiental. Yo entré ahí como guía para la audiencia pública. Yo no soy ni autoridad de aplicación, tengo cero responsabilidad en cuanto a evaluar la evaluación de impacto, y tengo cero responsabilidad con la ejecución de la obra. Me pidieron que modere. Ahora en lo personal yo estoy de acuerdo con el corredor, con el sentido de abrir el territorio. Yo lo llamo democratizarlo, por lo que implica. En la audiencia, y esto es una apreciación personal, las criticas mayoritariamente fueron hacia el contenido de la evaluación de impacto. Por ejemplo, Pianna (Ernesto, antropólogo del CADIC) que fue el primero en hablar y dijo que no le parecía mal la obra, pero que tenía serias objeciones en cuanto al informe de impacto ambiental e impacto arqueológico. Creo que hay que separar la obra como proyecto del corredor de las condiciones técnicas puntuales de la evaluación de impacto, pero yo estoy de acuerdo. Insisto con esto, me parece que el rol del estado en Tierra del Fuego hasta ahora era correr atrás de los problemas, y abrir esta obra que, te puede gustar o no, tiene un objetivo de transformación. Esta obra transforma porque abre un territorio nuevo. fíjate que no hay hace años rutas nuevas en la provincia. Esta es una ruta que obviamente tiene un nivel de polémica que algunos sectores, pero que para un lado o para el otro, tiene un objetivo de transformación.

TF: Respecto al 2019, vos personalmente ¿cuáles son tus expectativas? Objetivos de gestión y qué es lo que va a pasar electoralmente.

GW: En términos de gestión quiero que terminemos lo que empezamos, para mi no hay peor obra que una obra inconclusa. Las obras hay que empezarlas y terminarlas, es una obsesión para el año que viene, es como mi gran objetivo en términos laborales. Y en términos electorales, obviamente que Rosana (Bertone) que repita, pero eso es como una obviedad. Yo no sé ¿dónde voy a estar el año que viene? Terminando lo que empezamos en 2016. Ahora ¿qué hacemos en 2020? No sé, porque quiero terminar el 2019 en el medio.

TF: ¿Vos pensas que Bertone repite y seguís en la DPOSS?

GW: No sé, habría que ver qué quiere hacer con la DPOSS a partir del segundo ciclo, digamos. A mi este primer ciclo me sedujo mucho por lo que hablamos al principio. Ahora si la DPOSS va a ser una institución que terminó de hacer obra y va a seguir haciendo agua, y… no es mi mundo. Ahora si la idea es que el segundo ciclo de Rosana es ‘usemos la DPOSS como una organización de transformación social, sí obviamente. A mi me encantaría meterme con cuestiones de energías renovables, para mi es un tema muy apasionante. Nosotros tenemos acueductos, en cada acueducto podríamos poner pequeños generadores de energía porque el agua viene con presión. Me quedo en la DPOSS cuatro años más sí en la medida que pueda hacer cosas, llamémosla de última generación. Que pasemos del modelo de no tener medidor a tener medidores, a reutilizar agua, armar circuitos de agua cruda. Río Grande y Ushuaia tienen agua por todos lados, pero en cada casa tienen agua potable. Vos tiras agua potable por el inodoro. Entonces si me dicen si me quiero quedar 4 años más, sí si puedo hacer que usemos agua cruda para los inodoros, para lavar las veredas, para los jardines. Si podemos generar energías limpias dentro de los acueductos, si podemos hacer un cambio de matriz, sí. Si es estar en un cargo para estar en un cargo, no.

Compartir

También podés leer

Los planes de Viviana Manfredotti para el turismo en Ushuaia

La Municipalidad de Ushuaia presentó a Viviana Manfredotti como...

La nueva terminal de pasajeros contempla la inversión privada

La Dirección Provincial de Puertos está considerando la participación...

Pino: Las 46 designaciones «no tiene nada que ver con los que me asesoraron a mí»

El legislador Juan Carlos Pino explicó sobre el caso...

Prevención de cáncer de colon: Cerca de 200 personas accederán a su diagnóstico

Desde el 3 hasta el 12 de abril, el...