Desde el año 2007 y con el objetivo de hacer visible al colectivo, sus necesidades y concienciar a toda la comunidad se declaró el 18 de febrero como el ‘Día Internacional del Síndrome de Asperger’. Durante esta fecha coincide con el aniversario del nacimiento de Hans Asperger, quien nació el 18 de febrero de 1906 y fue psiquiatra austríaco que describió por primera vez el síndrome.
Los trabajos del psiquiatra se publicaron hace 70 años, durante la década de los 40’. Sin embargo, dichos trabajos despertaron un interés significativo a partir de las publicaciones de Lorna Wing en la década de los 80’, hace 30 años atrás.
El síndrome de Asperger forma parte de los Trastornos del Espectro del Autismo. Un trastorno del neurodesarrollo por el cual el cerebro de la persona con el Síndrome de Asperger funciona distinto a la habitual, sobre todo durante la comunicación, la interacción social y en la adaptación flexible a las demandas cotidianas.
Por otro lado, el Síndrome de Asperger comprarte características nucleares con el autismo, porque la persona que tiene Asperger tiene dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, posee un lenguaje fluido y capacidad intelectual media, incluso puede ser superior a la media de la población.
Además, no hay retardos en la edad en que aparecen las primeras palabras y frases, pero puede haber particularidades cualitativas que llamen la atención como las gramaticales, así como la preservación generalizada de la inteligencia.
De esta manera, la edad de aparición y detección más frecuente se sitúa en la infancia temprana con características del trastorno que se hacen notorias en etapas más tardías del desarrollo, luego de que las habilidades de contacto social empiezan a desempeñarse con un papel más central en la vida personal.
En la ciudad de Río Grande se llevó a cabo una Jornada Patagónica sobre Síndrome de Asperger ‘Inclusión social, educativa y laboral en el Síndrome de Asperger’. Una de las disertantes, Silvana Corso expresó “para hablar de inclusión tenemos que escucharnos y colaborar todos. Me parece que es la combinación para pensar una sociedad diferente, aunque no es una sociedad que discrimine, pero no se pueden poner del lado del otro si no se visibiliza”.
Corso finalizó con que existe “una política que se encarga de visibilizar, de hacer que en todos los espacios se cumplan los derechos de todos y a medida que nosotros vamos conviviendo, la sociedad puede ir en líneas de inclusión”,
